Es un animal fuerte, hábil y muy inteligente, sobre todo sabe ganar sus batallas a su debido tiempo. No se resigna a perder nunca porque para él lo más importante es mantenerse con vida. Una de las cosas que convierte al Tejón de la Miel en un adversario tan indomable es su piel; que "le queda grande", si le atrapan por atrás puede darse la vuelta dentro de la piel y pelear. Por lo tanto, tienen muy pocos depredadores posibles y ataca a la mayoría de animales, incluido el ser humano cuando se siente amenazado.
Se ha enfrentado -y vencido- a hienas, leones, tigres, tortugas, erizos, cocodrilos y osos, come serpientes venenosas que atrapa con la mandíbula y devora en un cuarto de hora. También comen crías de su propia especie, por lo que sólo la mitad llega a la edad adulta.
Como jóvenes privados de la libertad y con historias de vida intensas nos identificamos con esta asombrosa criatura, por su capacidad de defender su existencia, nada ni nadie lo puede derrumbar, así hemos sido en alguna parte de nuestra vida. luchando para mantenernos con vida.
